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Fachada occidental de Sant Joan i Sant Pau

Identificador
17167_07_014
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.234078, 2.286119
Idioma
Autor
Martí Beltrán González
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Joan i Sant Pau

Localidad
Sant Joan de les Abadeses
Municipio
Sant Joan de les Abadeses
Provincia
Girona
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Joan i Sant Pau

Descripción

Iglesia de Sant Joan i Sant Pau

 

La antigua iglesia de Sant Joan i Sant Pau, también mencionada en los documentos como Sant Joanipol o simplemente Sant Pol, recibía al viajero que llegaba a Sant Joan de les Abadesses cruzando el río Ter, pocos metros después del Pont Vell o puente viejo. Los restos conservados de la edificación románica se encuentran próximos al recinto del monasterio, junto a la carretera C-26 que lleva de Ripoll a Camprodon, en el tramo que atraviesa el interior de la población.

 

Cualquier intento de reconstrucción histórica, tanto del templo de Sant Pol como de la población de Sant Joan de les Abadesses, se enfrenta a un grave contratiempo que dificulta su investigación. Durante los acontecimientos de la Guerra de los Remensas, en el siglo xv, las tropas francesas saquearon el municipio llevándose hasta Perpiñán el archivo de la parroquia de Sant Pol. Más tarde los documentos de dicho archivo fueron a parar a la biblioteca del monasterio de Saint-Denis, cerca de París, y allí se destruyeron durante la Revolución Francesa. De esta forma desaparecieron todos los documentos de la parroquia, aunque gracias a la íntegra conservación del archivo del monasterio de Sant Joan de les Abadesses durante la Guerra Civil, todavía queda un nutrido grupo de fuentes a las cuales acudir para su estudio.

 

El origen del monasterio de Sant Joan de les Abadesses se remonta a finales del siglo ix, en el año 887, cuando fue fundado por el conde Guifré El Pilós para ayudar a la repoblación y control de la zona, que había quedado arrasada y con la población fuertemente diezmada debido a las incursiones árabes. La actividad diaria del monasterio generó de forma gradual un asentamiento estable a su alrededor, germen de la actual población, que tuvo en el templo de Sant Pol su iglesia parroquial. De hecho, según el arqueólogo e historiador Miguel Oliva i Prat, a mediados del siglo x ya estaba en funcionamiento un pequeño templo dedicado a los mártires romanos Juan y Pablo, aunque debido a la falta de documentos no es posible corroborar esta información. En realidad, la primera mención conocida de la iglesia aparece sólo en el texto del acta de consagración de la iglesia del monasterio, que en el año 1150 incluía como parte de su dote a la ecclesiam Sanctorum Iohannis et Pauli cum decimis et primiciis et oblationibus et omnibus pertinentiis suis.

 

La iglesia románica sufrió graves desperfectos por el gran seísmo del día de la Candelaria del año 1428, que debido a su intensidad afectó a toda la región y que también dejó dañadas las dependencias del vecino monasterio. La bóveda de Sant Pol se derrumbó totalmente, junto con el antiguo campanario, que sería sustituido por la torre actual en el año 1452. Éstas no fueron las únicas intervenciones que sufrió la iglesia, ya que el edificio románico resultó muy afectado por los destrozos que las tropas francesas le infringieron durante la guerra contra Francia en el año 1690, especialmente durante el sitio del duque de Noailles. Para subsanar los desperfectos, en el siglo xviii tuvo lugar una reconstrucción de estilo barroco, que dejó el templo románico con una apariencia moderna, que todavía se puede ver en varias fotos de archivo antiguas, anteriores a la Guerra Civil. El edificio fue ampliado con una planta general de tres naves, en las cuales se aprovechó parte de la edificación antigua, conservando la cabecera y parte de la fachada con la entrada. Durante estas obras pudo derribarse un pórtico sostenido por columnas, que quizás sería similar al que aún puede verse en la cercana iglesia de Sant Jaume de Queralbs y que probablemente se encontraría en la fachada sur del edificio.

 

La iglesia perdió su carácter parroquial en el año 1851, quedando relegada a un plano secundario debido al traslado de sus funciones a la iglesia del monasterio, que había quedado en desuso tras la desamortización eclesiástica. Del mismo modo que muchos otros templos de la zona, la iglesia de Sant Pol fue utilizada durante la Guerra Civil como deposito de armas, por lo que cuando tuvo lugar su restauración, ya en los años sesenta del siglo xx, se encontraba en un estado de notable deterioro. En el año 1963 fue declarada Monumento de Interés Nacional, primer paso para recibir poco tiempo después su restauración. Dicho trabajo se centró en la recuperación de todos aquellos restos románicos que se habían conservado después de los avatares del tiempo. Se destruyeron, en cambio, todas las reformas del siglo xviii, como las dos naves laterales barrocas o el amplio frontispicio que ocupaba la fachada occidental.

 

La iglesia de Sant Pol es buen ejemplo de la arquitectura románica catalana del siglo xii, con un aparejo regular, de gran tamaño, y perfectamente tallado y escuadrado. El templo primitivo constaba de una sola nave, acabada en una cabecera trebolada, y su entrada se encuentra en la fachada occidental, presidida por un interesante tímpano esculpido con el tema de la Traditio legis. De los tres ábsides que se hallan en la cabecera actual, dos han sido reedificados en época moderna. Tan solo el que ocupa la cara sur presenta su decoración original, con una pequeña cornisa acabada en arcuaciones ciegas, cuyas ménsulas están decoradas con motivos animales y vegetales. Entre estos motivos se pueden distinguir rostros humanos y algunas aves, quizás águilas, en referencia al escudo heráldico de la población de Sant Joan.

 

A parte del altar principal dedicado a los santos Juan y Pablo, los ábsides laterales albergaban altares dedicados a santa Margarita y san Gabriel. Sobre la cabecera del templo y sostenida sobre trompas se eleva una gran cúpula, encima de la cual se levanta el campanario construido en el siglo xvi. El campanario original debía presentar una estructura octogonal con una cubierta piramidal de torre, similar al que se conserva en Sant Pere de Camprodon. La iluminación del templo en su cabecera se reduce a dos ventanas de derrame doble, una en el ábside sur y otra en el principal, cuyo lateral presenta también una aspillera de derrame simple.

 

Como se ha dicho, la puerta de entrada al templo se abre en su cara oeste, rematada con un arco de medio punto y rodeada por un par de arquivoltas apoyadas en dos columnas a cada lado de la puerta, que originalmente estaban coronadas por capiteles decorados con motivos vegetales y animales. Tan sólo se conservan tres de los citados capiteles, faltando uno de los exteriores y siendo completamente indescifrable el que queda más al descubierto. En cuanto a los dos capiteles interiores, el paso del tiempo no ha borrado completamente su decoración y permite hacer una somera descripción de su contenido. El derecho presenta un tradicional tema vegetal con tallos, hojas y diferentes motivos trebolados, que continúan en la arquivolta interior. En el capitel izquierdo también se puede intuir un motivo mixto con figuras de monstruos o animales fantásticos y elementos vegetales que convergen en el ángulo que separa las dos caras, como es habitual en estas representaciones. Los animales representados bien podrían ser grifos que giran la cabeza hacia el exterior, con la cabeza de un león en la parte superior; el esquema es característico de los talleres ripollenses, y se repite, por ejemplo, en uno de los capiteles interiores decorados que se encuentran en la bastante cercana iglesia de Sant Joan les Fonts. En la parte superior del capitel derecho de Sant Pol, en la imposta, se puede ver un motivo ajedrezado que probablemente se repetía en el derecho, aunque actualmente es inapreciable. La arquivolta interior presenta una decoración simétrica, en la que se pueden apreciar motivos vegetales en forma de hojas de palma que se repiten por toda su extensión. Finalmente, la arquivolta exterior presenta una superficie lisa y cilíndrica, sin ningún tipo de decoración.

 

Sobre el dintel de la puerta de entrada se hallaba el mencionado tímpano esculpido, magnífico, que en marzo del 2008 fue extraído de su ubicación original para ser sometido a un proceso de restauración. El proceso concluyó con su depósito en el museo del monasterio de Sant Joan de les Abadesses, donde se encuentra en la actualidad para evitar la degradación progresiva de la piedra. El material utilizado para la confección del tímpano sufre del mismo mal que amenaza a la gran portada esculpida de la abadía de Santa Maria de Ripoll, ya que la exposición a la humedad de la intemperie y a los contaminantes que genera el tráfico rodado habían acelerado su desgaste a un ritmo alarmante. Después del proceso de restauración, el tímpano se encuentra estabilizado, conservando todavía en algunas de sus partes, por ejemplo en la túnica que viste el Cristo central, algunos restos de la antigua policromía.

 

En el tímpano se puede observar la escena de la Traditio legis, con la figura frontal de Cristo entronizado ocupando la parte principal del mismo y apoyando sus pies descalzos, representados verticalmente y sin ningún tipo de perspectiva, sobre una tarima. El Cristo en Majestad, barbado, va vestido con túnica larga y coronado con nimbo crucífero, mientras reposa sobre un amplio cojín que asoma por ambos lados del trono; bendice con la mano derecha, mientras sostiene con la otra mano el libro con las escrituras. A la derecha de Cristo aparece San Pablo con el libro de las Escrituras, mientras que a su izquierda aparece la figura de San Pedro con una gran llave, así como con los textos sagrados. Ambas figuras visten de forma similar a la anteriormente descrita, con una larga túnica en la cual se pueden distinguir múltiples pliegues realizados como resaltes lineales, paralelos y curvos que recorren las telas, sobre todo por su parte inferior. Los dos santos aparecen de pie, apoyados descalzos sobre una tarima, característica general de los personajes celestiales en la iconografía románica. Flanqueando la composición central se encuentran dos ángeles en actitud de adoración, uno a cada lado en posición de tres cuartos, transmitiendo una sensación de movimiento o narración que contrasta con el aspecto hierático de las tres figuras principales. Enmarcando la parte superior del relieve se encuentra una moldura en forma de cuerda, que sigue en un segundo plano toda la forma del tímpano resaltando la figura central de Cristo.

 

Aunque poco habitual, este tema iconográfico no es del todo inédito en el románico catalán, apareciendo también en el tímpano del monasterio benedictino de Sant Pau del Camp de Barcelona, o en un capitel del interior de la catedral de Lleida. La escena de la Traditio legis del tímpano de Sant Pol presenta la composición mas común en época medieval. En ella aparecen los apóstoles san Pedro y san Pablo, que reciben de Jesucristo resucitado los libros de la Nueva Ley, así como las llaves en el caso concreto de san Pedro. El significado de este tema iconográfico radica en reafirmar a los santos Pedro y Pablo, especialmente al primero, como representantes de Cristo en la tierra. El caso de Pedro es singular, ya que mediante la entrega de las llaves, símbolo de poder, se escenifica su condición de primado y cabeza de la Iglesia. A parte de representar la supremacía del papado dentro de la Iglesia, ya que Pedro fue el primer Papa, el tema reafirma la independencia clerical frente al poder laico, reivindicada activamente por la Reforma Gregoriana.

 

La escultura del tímpano está claramente vinculada con los talleres de Ripoll, y los estudios de Marisa Melero incluso establecen una relación directa con la Maiestas Domini situada en la parte superior central de la monumental portada de Santa Maria. También parece relacionada con las esculturas del arco triunfal de Santa Maria de Porqueres, de Sant Esteve d’En Bas y de Sant Joan les Fonts, especialmente de la primera por la similitud entre sus pliegues y su función meramente decorativa. Los característicos pliegues y la distribución del ropaje que visten las figuras de la escultura parecen derivar de las que aparecen en la Maiestas rivipollense, con la que también comparte parecido en el tipo de rostros y en varios motivos decorativos, como el que se ve descansando en el cuello del Cristo. Aunque el parecido entre ambas obras es evidente, no lo es tanto el grado de calidad, que en el caso del tímpano parece obra de un artista menos dotado que el artífice de la Maiestas de Ripoll.

 

Con todo, la obra estilísticamente más cercana al tímpano de Sant Pol es un fragmento de otro tímpano, hallado el año 1974, que procede de una desaparecida puerta lateral situada en el costado suroeste de la vecina iglesia abacial de Sant Joan de les Abadesses. Decorado con el tema iconográfico del Bautismo de Cristo, en honor al patrón de la iglesia, los restos de escultura conservados en él, especialmente los rasgos de los pliegues de las vestiduras, presentan unas características formales de gran parecido con las descritas en el tímpano de Sant Pol, por lo que se consideran realizados por el mismo taller.

 

Por las características del tímpano de Sant Pol se puede fijar una cronología de la escultura en los comienzos de la segunda mitad del siglo xii, en plena etapa de renovación arquitectónica en la región, que coincide en el tiempo con la elaboración de grandes portadas monumentales de Vic o Ripoll. Esta fecha coincidiría con la cronología sugerida recientemente por Manuel Castiñeiras para el fragmento del tímpano del bautismo, que sería realizado poco después del año 1150, fecha de consagración de la iglesia del monasterio.

 

 

Herrajes de la puerta de entrada

 

Un interesante conjunto de herrajes decorativos se conserva in situ, sujeto en la puerta de entrada de la iglesia de Sant Joan i Sant Pau. Dicho conjunto está formado por ocho tiras horizontales y verticales de diferente tamaño, que acabadas en sendas volutas parecen albergar una finalidad decorativa. Debido a la adición de detalles en periodos posteriores al de su construcción original es difícil precisar su época de fabricación, aunque es posible que el núcleo de los herrajes tenga su origen en la misma época que el templo románico.

 

Texto y fotos: Martí Beltrán González – Planos: Conchita Ruiz Terradillos

 

 

Bibliografía

 

Barral i Altet, X., 1979a, pp. 15-25; Castiñeiras González, M. y Camps i Sòria, J., 2008b, pp. 366-367; Catalunya Romànica, 1984-1998, X, pp. 404-407; Ferrer i Godoy, J., 2005-2006, pp. 65-85; Ferrer i Godoy, J., 2009, pp. 162-164; Junyent i Subirà, E., 1976b, pp. 125-138; Melero Moneo, M., 1993, pp. 19-29; Oliva i Prat, M., 1964, pp. 25-33; Olivera i Lloret, C. et alii, 2006, pp. 145-146; Parassols i Pi, P., 1858, pp. 13-33.