Castillo de Vilves
ARTESA DE SEGRE
Castillo de Vilves
Vilves es una pequeña aldea situada en la orilla izquierda del río Segre, a la que se llega por tras coger un desvío a la izquierda en la carretera C-13, a 5 km de Artesa de Segre en dirección a Tremp. El topónimo Vilves proviene etimológicamente del término latino viduas (viudas). En un documento del siglo xvi del antiguo archivo de Montmagastre aparece el vocablo Vilves, latinizado en la forma viduarum, el cual corresponde a la denominación antigua de la Torre de les Vídues.
El principal vestigio del castillo, su torre, está ubicada dentro de una propiedad privada, adosada a la sacristía de la iglesia Sant Climent. Sus orígenes se remontan a la época romana, cuando ya debía de existir una torre para la vigilancia de la antigua calzada romana que unía Ilerda (Lleida) con Orgelia (la Seu d’Urgell) y, posiblemente, también para controlar el paso del río Segre. Los testimonios históricos que hablan del castillo de Vilves son exiguos. La primera mención a la fortaleza data de 1119, coincidiendo con la enfeudación que llevó a cabo el vizconde Guerau Ponç II de la turre de Vidoves a Pere Bonfill. El castillo formaba parte del vizcondado de Àger, a la vez que dependía del de Artesa. En 1131, Guerau Ponç II dejó en herencia a su hijo Ponç Guerau de Cabrera los castillos que poseía en Girona, el castillo de Montmagastre con el de Comiols, Vilves, citado como castrum de Vidues, Collfred y Anya con todos sus respectivos dominios. Vilves se mantuvo bajo el dominio del condado de Urgell hasta 1413, año de su disgregación y en el que todas sus posesiones se incorporaron a la Corona de Aragón.
El principal vestigio conservado de la fortaleza es una torre cuadrada de 10 m de altura cuya base, hasta unos 5 m, está realizada con un aparejo formado por sillares escuadrados, de tamaños variables y tallados en una piedra de conglomerado calizo de color rojizo ocre procedente de canteras locales, y que se ha asociado al periodo romano. La parte superior se corresponde con la obra medieval en la que los sillares son de pequeño tamaño y están unidos con mortero de cal, lo que permiten datar la obra hacia mediados del siglo xi. Un aspecto que, además del aparejo utilizado, permite distinguir ambas fases, es que sólo en la parte superior se pueden observar varios mechinales, que se encuentran dispuestos horizontalmente en cuatro filas. Originariamente, el interior de la torre estaba compartimentado en tres pisos, de los que el superior está derruido, aunque se conserva una escalera de caracol que permite acceder a lo poco que ha quedado de esta estancia. El nivel intermedio está cubierto en su interior con bóveda de cañón y presenta en su cara oriental un vano cuadrado que está cegado y que posiblemente era una puerta en altura. Actualmente, la parte inferior se utiliza como bodega por parte de los propietarios de la casa adyacente a la torre.
Texto y fotos: Helena Soler Castán
Bibliografía
Castells Catalans, Els, 1967-1979, VI (I), pp. 525-528; Catalunya Romànica, 1984-1998, XVII, pp. 172-173; Fité i Llevot, F., 1985, p. 213; Pita Mercè, R., 1977.