Santa Maria de Solanes
LLADURS
Iglesia de Santa Maria de Solanes
La iglesia de Santa Maria se encuentra a pocos metros del caserío de Solanes, en una zona elevada en el extremo occidental del municipio de Lladurs, entre el Serrat de Pampa y el Puit de Monpol. Para llegar desde Solsona hay que tomar la carretera C-26 hacia Bassella y desviarse a la derecha en dirección a Montpol. Antes de llegar a esta población, se gira a la izquierda por una pista forestal que conduce a Solanes.
El templo, hoy en día integrado en una propiedad privada, debió de estar en origen vinculado al caserío de Solanes, uno de los más antiguos de la zona. Antoni Novell documentó el caserío en el año 982 como Mansus Solanes, aunque las referencias encontradas referentes al lugar lo sitúan ya en el siglo xii, momento en el que han sido datados los dos documentos que comentamos a continuación. El primero recoge la donación de Berenguer Bernat por vía testamentaria de la tercera parte de Ciutadilla y Solanes, con sus términos, a Santa Maria de Solsona en 1118. En el segundo, Guilelmi de Solanes firmó un documento fechado entre 1151 y 1168. No en vano, la primera referencia explícita al templo se halla en el documento de donación de bienes por parte de Ot de Solanes al monasterio de Sant Sadurní de Tavèrnoles, datado en 1184. En dicho documento, el referido donó al monasterio las propiedades, casas y la capellam ecclesie Sante Marie, junto a las tierras que le correspondían.
El edificio presenta una sencilla planta de nave única y un ábside semicircular. En origen el templo debió de estar cubierto con bóveda de cañón, de la que tan sólo quedan los arranques. Sin duda, el elemento más reseñable del conjunto es el ábside, en el que dos lesenas determinan tres entrepaños decorados con sendos frisos de tres arquillos ciegos, los cuales se apoyan en ménsulas formadas por un cilindro en posición horizontal. Las lesenas apoyan en un zócalo formado por cuatro hiladas de sillares, que, a su vez, se apoya en una base semicircular de mayos diámetro, cuya altura se adapta al nivel del terreno. En el entrepaño central se abre una ventana de doble derrame y arco de medio punto dovelado. Sobre los arquillos, una hilada de sillares colocados de forma inclinada, soporta la cornisa. En el tramo oriental de los dos muros laterales se abren, de forma simétrica, sendas ventanas de similares características que la anterior. La del lado septentrional es visible solamente en el interior, ya que en este sector se adosó con posterioridad un edificio. Sobre la fachada occidental se yergue un campanario de espadaña de dos ojos con arcos de medio punto. El aparejo de los paramentos exteriores está compuesto por sillarejo desbastado de diferentes tamaños, colocado en hiladas uniformes. A esto, debe añadirse la utilización de bloques de piedra toba en algunos elementos, como las lesenas, los arquillos ciegos y las ventanas. Asimismo, cabe señalar la existencia de un doble muro en la fachada sur, revelado gracias al desprendimiento de parte del paramento exterior en la zona occidental, donde se ubica la puerta. Esta circunstancia ha dejado al descubierto un sector constituido por sillarejo desbastado dispuesto en hiladas, así como un arco de medio punto dovelado rebajado correspondiente a la puerta. En la parte superior de los muros de la nave, coincidiendo con el tramo sobreelevado en una reforma posterior, el aparejo utilizado pasa a ser mampostería.
El interior, que desempeñó la función de almacén durante algún tiempo, presenta una estructura sencilla, con un aparejo algo tosco, similar al que se observa en el exterior pero con sectores de mampuesto. De la bóveda de cañón, desde hace años prácticamente arruinada en su totalidad, sólo se conservan los arranques. Este hecho permite observar con toda claridad la parte interna del segmento de muro exterior que sirvió para sobrealzar la nave. Por su parte, el ábside, que se mantiene íntegro, está cubierto por una bóveda de cuarto de esfera, y está precedido por un arco presbiterial apoyado en pilastras, el cual, con su mayor anchura, facilita la transición entre el espacio absidal y el de la nave. Finalmente, junto a la puerta de acceso se conserva una pequeña y sencilla pila bautismal, de datación desconocida.
Por las características descritas, el templo se adscribe a las formas de la arquitectura románica catalana del siglo xi.
Por último, conviene recordar que en el exterior de la iglesia, frente a la fachada meridional, fueron halladas recientemente dos estelas discoidales que conservan el pedúnculo. Ambas muestran la misma decoración en sus dos caras, con una cruz latina cuyos contornos se hallan incisos. Asimismo, en este mismo sector, aunque en este caso adosado a la fachada, se conserva un bloque de piedra de factura popular que presenta en su frente dos cruces incisas. La ausencia de mayores evidencias impide precisar la cronología, función y ubicación original.
Texto y fotos: Nuria Trigueros Beltrán
Bibliografía
Bach i Riu, A., 1995, p. 82; Bach Riu, A., 2002, I, pp. 211-212; Baraut i Obiols, C., 1992-1993, pp. 92-93; Baraut i Obiols, C., 1994-1995, pp. 258-259; Llorens Solé, A., 1986-1987, II, p. 451; Catalunya Romànica, 1984-1998, XIII, pp. 128-129; Miralles i Henares, E. y Porredon Feliu, J., 2006, pp. 31-35; Novell i Bofarull, A., 1993, p. 20.