Identificador
              40466_02_086
          Tipo
          
      Formato
              
          Fecha
              Cobertura
              41º 5' 46.7" , -4º 39' 18.6"
          Idioma
              
          Autor
          Ignacio Hernández García de la Barrera
              Colaboradores
          Sin información
              Edificio Procedencia (Fuente)
              País
              España
          Edificio (Relación)
              Localidad
              Rapariegos
          Municipio
              Rapariegos
          Provincia
          Segovia
              Comunidad
              Castilla y León
          País
              España
          Claves
          Descripción
              ESCASOS SON LOS RESTOS de la fábrica original que se han conservado de este convento como escasas son las noticias que de él nos han llegado; en cuanto a las segundas es una vez más Cándido Mª Ajo, profundo estudioso y rastreador de la historia documental de la diócesis abulense, quien más luz aporta sobre este particular. Según la trascripción que hace del Libro de Becerro, de 1756, consta que “Las primeras Religiosas que havitaron y onraron con sus virtudes fueron dos Compañeras de nuestra Madre Santa Clara, que binieron por mandato de nuestro Pe. San franzco”. A partir de aquí se podría deducir una fecha para la fundación, si bien no del todo concreta, y como señala el citado autor esta oscila según las distintas fuentes entre 1220 y 1280. Del hecho que sí quedó constancia es de la dotación del convento, efectuada por la familia Palazuelo- Ungría en el año 1287. Sobre la escasez de restos de su estructura, hay que señalar los sucesivos avatares que vivió este convento a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, sucediéndose dos incendios que prácticamente lo redujeron a cenizas “a excepción de la iglesia y alguna otra dependencia”; poco después fueron la Guerra de la Independencia y más tarde la desamortización de Mendizábal los acontecimientos que afectaron a su fábrica, en sentido amplio. Por todos estos motivos, la referencia a este testimonio debe centrarse en parte de los muros de la iglesia y, sobre todo, la portada conservada de acceso a la huerta; se trata de una portada achaparrada, compuesta de dos roscas apuntadas de ladrillo ligeramente rehundidas simulando un alfiz, que se decoran en la parte superior con un pequeño friso de esquinillas, todo ello cercano a 1300.
           
        
     
