Identificador
              19044_02_005n
          Tipo
          
      Formato
              
          Fecha
              Cobertura
              41º 11' 57.98'' , -2º 52' 26.96''
          Idioma
              
          Autor
          Ana Belén Fernández Martínez
              Colaboradores
          Sin información
              Edificio Procedencia (Fuente)
              País
              España
          Edificio (Relación)
              Localidad
              Atienza
          Municipio
              Atienza
          Provincia
          Guadalajara
              Comunidad
              Castilla-La Mancha
          País
              España
          Claves
          
      Descripción
              LA HISTORIA DE ATIENZA ha estado indivisiblemente  ligada a su fortaleza en lo alto de la población, y a su  abrigo se han ido disponiendo los diferentes pueblos  que durante siglos la han habitado. Es el primer reflejo de  Atienza que se tiene al llegar a la villa; se sitúa sobre un  montículo de piedra caliza, al Oeste de la misma. Al norte  del cerro rocoso del castillo se yergue el cerro Padrastro,  en el cual se conservan aún restos de un aljibe y una pequeña  torre de vigilancia. Los dirigentes musulmanes construyeron  en él su alcazaba, y no fue hasta los siglos XI y XII  cuando tomó forma como castillo cristiano. De constitución  alargada, se alza sobre la roca tajada a pico, lo cual  dificulta su acceso vertical. Cuenta con cincuenta metros  de longitud por treinta de anchura. Fue declarado Monumento  Nacional en 1913 y monumento Histórico Artístico  Nacional en 1962.  Narciso Sentenach describió así el castillo y su entorno  a principios del siglo XX: La naturaleza, por su parte,  parecía haberla destinado para ello, pues sus muros y  defensas naturales que sirven aún de base a su castillo, son  verdaderamente inexpugnables. Aún domina éste la ciudad  con una torre en su ángulo, como si fuera la proa de un  gran barco y aún se ven las tres grandes series de murallas  que defendían sus recintos. El castillo en sí cuenta con dos recintos amurallados  propios. El primero lo rodea aprovechándose del desnivel  natural de la roca, sin embargo, el más interior se asienta  sobre una peña que forma la plaza de armas. En ella se ven,  hoy arruinados, vestigios de lo que fueron galerías subterráneas,  aljibes y pequeñas torretas. Al castillo se accedía  por una escalera tallada en la roca, en el lienzo norte, que  estaba defendida por dos torretas. Layna Serrano nos  habla del pasadizo que supuestamente unía esta escalera  con el cuerpo bajo de la torre de Santa María del Rey.  Alrededor de la roca, recorriendo todo su perímetro,  se localizaba el llamado camino de ronda, formado por un  estrecho recinto del que hoy no quedan apenas algunos  restos en la parte alta. Al castillo se accedía por el lado  norte, opuestamente al asentamiento de la población  actual. La ciudad contaba con cinco recintos amurallados:  las murallas de la puebla, dos de los arrabales y los dos cinturones  que rodeaban el castillo. El más importante era el  primer lienzo, construido en sillarejo. Nace en el lado noroeste  del castillo, difundiéndose hacia el Sur, y vuelve a  morir en el castillo, esta vez por el lado nordeste. Esta  muralla tenía cuatro puertas: la de la Villa, o de las Armas,  cerca de Santa Maria del Rey; al Sur, el Arco de la Guerra,  junto a la Santísima Trinidad; al Oeste, la puerta de San  Juan y al Norte la hoy desaparecida de la Nevera. Más adelante  Alfonso VIII levantó el paño que cobijaba los arrabales,  uno al Este, incluyendo la Judería, y otro al Oeste,  entre la Puerta de la Villa y el Arco de la Guerra.  La torre del homenaje se localiza en el extremo sur de  la explanada. De planta cuadrada, conserva dos plantas de  las cuatro que tuvo, contando la plataforma almenada. La  puerta por la que hoy accedemos era una antigua ventana,  pues el acceso se hacía directamente a la segunda planta.  Encastrada en el mismo muro se encuentra la escalera de  comunicación entre ambas plantas y la almena. Layna  Serrano alude a la posibilidad de que la primera planta  fuera calabozo o almacén de provisiones. Sobre la segunda  nos habla de una especie de vivienda con tres arcos de  descarga, que podrían funcionar como pequeños camastros,  un boquete en la pared, como alacena, junto a un  mechinal para la salida de humos, en el supuesto caso en  que se cocinara en esta planta. Esta torre fue consolidada  parcialmente en 1961, pues sólo se reformó el paramento  exterior y la plataforma almenada. Sin embargo, las dos  plantas que aún se ven están arruinadas en su distribución;  la planta baja está cubierta por bóveda de cañón ligeramente  apuntada y de su flanco derecho surge la escalera  adosada al muro por la que se accede al piso superior. Éste  se cubre igualmente por cañón apuntado y dos vanos hacia  el Sur y el Norte. La plataforma almenada cuenta con una garita de base  escalonada en la esquina sur desde donde se divisa un  panorama impresionante de las peñas alcatenas o Tetas de  Viana, localizadas en el valle del Tajo, así como de toda la  comarca de Atienza. Es necesaria una intervención en todo  el perímetro del castillo, tanto en las murallas como el  patio de armas, puesto que los aljibes y las galerías subterráneas  se están arruinando progresivamente.