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Muro occidental y ventana

Identificador
34407_06_002
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 36' 36.79'' , -4º 24' 25.91''
Idioma
Autor
José Luis Alonso Ortega
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Nicolás de Bari

Localidad
Sotillo de Boedo
Municipio
Sotobañado y Priorato
Provincia
Palencia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
LA IGLESIA PARROQUIAL DE SAN NICOLÁS se emplaza a la entrada de la localidad, en el extremo sur del caserío. La iglesia aparece rodeada de casas a cierta distancia por el oeste y este y por una plazuela sin asfaltar ante el pórtico. La actual iglesia de San Nicolás, templo rural de modestas proporciones, es fruto de diversas campañas constructivas y de reacondicionamiento, lo cual explica el caótico aspecto de su estructura y la mezcla de aparejos diversos. Lo esencial de las obras parece corresponder a finales del siglo XV o principios del XVI reaprovechando elementos tardorrománicos, utilizándose para la construcción sillarejo de tonos rojizos y mediana calidad con refuerzo de sillería caliza en contrafuertes, esquinas y muro meridional. Intrusiones posteriores de mampostería y fábrica de ladrillo son visibles en diversas zonas del edificio, principalmente la portada y espadaña. El templo presenta nave única dividida en dos tramos con cubierta de madera a dos aguas, portada abierta en el muro meridional protegida por un pórtico moderno y espadaña a los pies. La cabecera, cuadrada con contrafuertes angulares y cubierta con bóveda de crucería octopartita a mayor altura que la nave, fue sin duda añadida a lo largo del siglo XVII, al igual que la sacristía adosada a su muro meridional y probablemente el pórtico. La cubierta a una vertiente de este último prolonga la de la nave y descansa en columnas que reposan sobre un murete bajo de mampostería. La espadaña que se alza sobre el hastial fue construida combinando la mampostería de su basamento con la sillería caliza del cuerpo de campanas -provisto de dos troneras- en cuya base corren dos molduras decoradas con una línea de billetes. Una intervención moderna aprovechó la estructura de la espadaña -suprimiendo el remate- para la construcción de la torre, que presenta las bandas decorativas de ladrillo neomudéjares características del siglo XIX (arquillos, friso en esquinilla). A este momento correspondería también la sorprendente inclusión de una vivienda de dos pisos, hoy abandonada, adosada al ángulo suroeste del edificio continuando la línea del pórtico, parcialmente solapado por ella. Este poco afortunado postizo viene a añadir aún mayor confusión a la ya de por sí poco lógica sucesión de añadidos y reformas sufridas por la iglesia. Igualmente moderna es la reparación del muro norte del primer tramo de la nave, en ladrillo y revoco de cemento. En total acorde con la modestia arquitectónica del edificio, la decoración escultórica del mismo refleja toda una serie de elementos románicos reaprovechados y de rasgos retardatarios. Se trata de una clara pervivencia del vocabulario de la escultura románica en época bajomedieval que, en ámbitos rurales, produjo obras de tesitura románica. La decoración de la portada meridional y la ventana sur de la parroquial de Sotillo de Boedo se inscribe, desde esta perspectiva, en el grupo de obras palentinas en las que la copia de modelos tardorrománicos alcanza fechas avanzadas. Junto a Sotillo citemos los casos próximos de la parroquial de Vega de Bur y de Quintanatello de Ojeda. La portada de Sotillo se abre en un antecuerpo liso y, como ya señalaba García Guinea, a las molduraciones tardogóticas de su arco de medio punto, jambas y finas columnillas se superponen tres arquivoltas de molduraciones tipológicamente románicas: cuatro filas de billetes en la primera y boceles entre medias cañas decoradas con bolas las exteriores. La cronología bajomedieval de estas últimas se confirma, como señala Hernando Garrido al analizar las trazas del cincel dentado, especie de gradina, visibles en la talla de la piedra, tipo de talla practicado a finales del gótico, que se aleja de la tradicional labra a hacha románica. La ventana meridional muestra, por su parte, la adaptación de un elemento románico de inicios del siglo XIII en la obra gótica. Está formado por un vano abocinado de medio punto con aristas molduradas con bocel -sogueado sobre el arco-, rodeado por un arco moldurado con retícula entre medias cañas con bolas que descansa en una pareja de columnas acodilladas. Los cimacios, que rebasan el marco, se decoran con entrelazos vegetales. Los capiteles reciben esquemáticos y secos acantos de tratamiento espinoso que acogen cogollos en sus puntas y los fustes se decoran con filas helicoidales de billetes tallados en reserva. Las basas muestran perfil ático degenerado, con toro inferior prominente y garras. El resto de la escultura se distribuye en los canecillos de la cornisa de la nave. Los del muro meridional, contemporáneos de la ventana antes descrita, muestran un personaje sentado, otro tocando un salterio, otro femenino danzarina- contorsionista que recuerda el modelo análogo de la portada de Moarves, un monje encapuchado lector y otras dos figuras muy deterioradas. Los del muro norte de la nave, sin duda posteriores, son en su mayoría lisos con perfil de nacela o proa de nave, aunque se aprecia uno de rollos y otro, reaprovechado, con un esquemático acanto provisto de acanaladuras. El interior no conserva ningún vestigio decorativo y la pila bautismal, de sección troncocónica invertida sobre pedestal circular es lisa, probablemente de cronología bajomedieval.