Identificador
19099_07_002n
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
40º 48' 6.65'' , -1º 56' 46.05''
Idioma
Autor
Víctor Manuel Ricote Ridruejo
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Teroleja
Municipio
Corduente
Provincia
Guadalajara
Comunidad
Castilla-La Mancha
País
España
Claves
Descripción
LA IGLESIA PARROQUIAL DE TEROLEJA se encuentra enclavada en lo alto de una pequeña loma que corona la población. Se trata de un edifico aislado, que domina el caserío y los suaves valles cercanos desde la más elevada cota del término. Un amplio espacio murado nos recibe al llegar al recinto, en el cual se incluye también el antiguo cementerio, que ocupa la mitad izquierda del mismo. Al cual accedemos a través de una amplia portada en arco de medio punto, formado por grandes dovelas, y que se enmarca en un muro rectangular de mayor altura que el resto de la tapia circundante. Dos cruces grabadas en piedra flanquean dicha entrada, a ambos lados de los dos sillares que sirven de impostas: en el lado izquierdo, encontramos la primera, en forma de cruz de calvario, al situarse sobre tres gradas escalonadas. La segunda, bastante más degradada, se sitúa prácticamente a la misma altura, en el opuesto sillar derecho. Su planta ha conservado las líneas matrices de su original traza románica: edificio de una sola nave, con cabecera de planta cuadrada, presumiblemente modificada en los siglos XVI y XVII, localizada al Este. El aparejo sobre el que se levanta reproduce la tradicional combinación de mampostería, en la mayor parte de los muros, con la sillería de piedra, reservada específicamente para las esquinas, los vanos y la parte superior del campanario. Este último en forma de espadaña, orientado a poniente, se dispone a los pies. Se estructura como un cuerpo independiente, según Nieto Taberné, semejante al existente en la cercana iglesia de Rueda de la Sierra. Se trata de un elemento de planta rectangular, constituido por dos cuerpos superpuestos: uno inferior, de mayores dimensiones, se eleva, ciego, sobre mampostería y piedra sillar de refuerzo en las esquinas, y el superior construido totalmente con sillares, horadado por dos vanos en arco de medio punto, donde sendas campanas tienen acomodo. En el muro sur, en el lado de la epístola, advertimos la presencia de dos de los elementos románicos conservados más significativos del conjunto estudiado: la portada de acceso y los canecillos que articulan la cornisa de piedra. La portada se abre, junto a la espadaña, en el tramo de la nave cercano a sus pies. Un simple arco de medio punto, doblado, que descansa sobre dos pequeñas impostas, a modo de cornisa, compone su factura, marcada por la sencillez de sus elementos y la sobriedad de su concepción. La decoración se reduce así a una estrecha moldura exterior, en cuya parte interior conserva todavía una de las bolas, que conformarían el elemento más significativo de su antiguo ornato. El vuelo de los aleros de la cubierta descansa sobre una cornisa, labrada en piedra, cuyos peculiares canecillos, llaman poderosamente la atención, dada la singularidad de los elementos decorativos en ellos empleados. Por una parte, según su localización podríamos distinguir los situados a poniente, sobre la portada de acceso, en los que constatamos la pervivencia de ocho canecillos, en cuya decoración alternan formas geométricas, como las bolas, que también aparecen en la propia portada, o en forma de modillón de rollo, con elementos antropomorfos. De aquellos que encontramos más próximos a la cabecera, sobre el alero que se cierne sobre el recinto del antiguo cementerio, donde se disponen siete canecillos que representan con formas más sobrias motivos recurrentes como el modillón de rollo, del muro del presbiterio o las propias bolas, algunas de las cuales aparecen en esta serie con abertura central, combinando con otros completamente lisos. Bajo esta última línea de canecillos descrita en el muro, se conserva la impronta de la apertura de un antiguo vano, cegado ya, que conserva la tradicional forma de aspillera, con su previsible derrame hacia el interior. En el muro norte, o del evangelio, se advierte la transformación provocada por sucesivas reformas, fruto de las cuales se deriva la ausencia de vestigio alguno de los canes primigenios, que han sido restituidos por otros, mucho más modernos, compuestos de cemento. El robusto y sencillo artesonado interior de madera, articulado a través de pares y tirantes, sustenta la cubierta de teja tradicional que cierra la única nave, cuyo tránsito hacia el presbiterio, viene marcado por un arco triunfal, de medio punto, de claro origen románico, que da paso a la cubierta con bóveda de yeso de su cabecera. Entre los bienes de interés depositados en su interior, encontramos una pila bautismal labrada en piedra, en forma de copa sobre pequeños sedestes, que carece de decoración, La iglesia de Teroleja en definitiva, pese a las modificaciones sufridas durante las reformas efectuadas en los siglos XVI, y sobre todo en el XVII, sigue constituyendo uno de los ejemplos tipológicos y ornamentales más significativos de los que se conservan en el señorío molinés, de las características que debieron reunir las primeras iglesias de repoblación, comenzadas a edificar durante el siglo XII.