Identificador
              19032_04_009n
          Tipo
          
      Formato
              
          Fecha
              Cobertura
              40º 59' 14.88'' , -2º 19' 20.37''
          Idioma
              
          Autor
          Ana Belén Fernández Martínez,Ezequiel Jimeno Martínez
              Colaboradores
          Sin información
              Edificio Procedencia (Fuente)
              País
              España
          Edificio (Relación)
              Localidad
              Santa María del Espino
          Municipio
              Anguita
          Provincia
          Guadalajara
              Comunidad
              Castilla-La Mancha
          País
              España
          Claves
          Descripción
              LA IGLESIA de este pequeño municipio se encuentra  en la parte alta, sobre un cerro desde el que se divisa  todo el entramado urbano de estrechas y desdibujadas  calles que bajan al centro del pueblo. Corresponde  a la tipología de iglesias de reducidas dimensiones,  típica del románico rural alcarreño, aunque con reformas  y añadidos posteriores. Es una construcción de una sola  nave rectangular que se alarga hasta la cabecera de planta  cuadrada, y espadaña a los pies. Debido a la orografía  del terreno escabroso donde se encuentra, la parte septentrional  del templo debió acondicionarse al desnivel  del terreno. Toda la fábrica de sus muros se realiza en mampostería  con revocos de mortero y cal y sillares como refuerzo  en las esquinas; la disposición de los volúmenes arquitectónicos  se aprecia al exterior, disminuyendo en altura  desde la nave hasta la cabecera y la sacristía. Este último  cuerpo adosado a la cabecera se remata por una línea de  unos siete canecillos lisos muy simples. Otro cuerpo se  adosa en la parte septentrional de la nave salvando el desnivel  del terreno; es un cuerpo de planta cuadrada con cornisa  moldurada de gusto renacentista, época de la reforma  de la iglesia en el siglo XVI. A los pies de la iglesia se encuentra la espadaña reformada  sobre la antigua románica, dividida en dos cuerpos.  El inferior se encuentra ocupado por la portada de ingreso  que se abre bajo un atrio porticado con tejaroz que la resguarda  de los vientos fríos de estas tierras altas. Se trata de  una portada muy sencilla, con un arco de medio punto  dovelado. Sobre ella se sitúa un estrecho vano, y por encima  de la misma el segundo cuerpo de espadaña separado  por una línea de sillares horizontales, a modo de imposta.  En él se abren dos huecos para las campanas, rematados en  los laterales por sendos pináculos.  Al interior, la iglesia presenta una sencilla nave rectangular,  que revoca en yeso sus paramentos y zócalo inferior  de piedra tras el último acondicionamiento, de escasa  altura y anchura como era habitual en estas pequeñas iglesias  románicas. Está cubierta con techumbre de madera a  dos aguas, reforzada con pares y tirantes. Dos vanos adintelados  de época posterior a la románica, abiertos en el  muro meridional, iluminan el interior, uno en la nave y  otro en la cabecera. El paso de la nave a la cabecera se resuelve con un  arco triunfal oculto tras el revoco de yeso y ligeramente  apuntado, que apoya sobre pilastras que se adosan al muro  sin ningún tipo de decoración en capiteles. Ya la cabecera,  de planta cuadrada, se estrecha en este tramo y se cubre  con bóveda de arista totalmente encalada. Ocupa el altar  mayor un retablo barroco, presidido en la hornacina superior  por la pequeña imagen de la Virgen del Espino. Tras la  cabecera se dispone un cuerpo adicional de menor altura  que acoge el espacio de la sacristía.  Por último, se abre un pequeño espacio en el muro  norte, a modo de capilla, iluminado también por otro vano  de iguales características que los anteriores, de la misma  época. Se cubre con una cúpula apoyada sobre pechinas,  decorada con líneas geométricas. Se dispone un pequeño  altar barroco con la imagen de Cristo crucificado y una  pequeña mesa donde poder dar la liturgia a los escasos  vecinos del pueblo. En esta misma estancia se encuentra  también la pila bautismal, cuya copa tiene la superficie lisa  pero sin ningún tipo de interés adicional.